Urology Health - Cistitis intersticial
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Cistitis intersticial

La cistitis intersticial (CI)/el síndrome de vejiga dolorosa (BPS) es una afección crónica en la vejiga. Es una sensación de dolor y presión en el área de la vejiga. Junto con el este dolor también se presentan síntomas en el tracto urinario inferior que pueden durar más de 6 semanas, sin que haya una infección u otra causa clara.

Los síntomas van de leves a graves. En algunos pacientes los síntomas pueden ser intermitentes y en otros nunca cesan. La CI no es una infección, pero parece una por los síntomas. Las mujeres con CI/BPS pueden sentir dolor al tener sexo. Los casos más graves de CI/BPS pueden afectar su vida y a sus seres queridos. Algunas personas con CI/BPS tienen otras afecciones, como síndrome de intestino irritable, fibromialgia u otros síndromes dolorosos.

La vejiga y los riñones son parte del sistema urinario y se encargan de producir, almacenar y expulsar la orina. Los seres humanos tenemos 2 riñones que hacen orina. La orina está almacenada en la vejiga. Los músculos en la parte inferior de su abdomen sostienen a la vejiga en su lugar.

Cómo funciona el sistema urinario

Cuando no está llena de orina, la vejiga se relaja. Cuando las señales nerviosas en su cerebro le avisan a la vejiga que está llena, sentirá la necesidad de ir al baño. Si su vejiga está funcionando normalmente, podrá retener la orina por un tiempo. Una vez que esté listo para orinar, el cerebro envía la señal a la vejiga. Luego los músculos de la vejiga se contraen. Esto hace que la orina salga expulsada por la uretra, el tubo que conduce a la orina por el cuerpo. La uretra tiene músculos llamados esfínteres. Estos ayudan a mantener la uretra cerrada para no expulsar orina antes de que esté listo para ir al baño. Estos esfínteres se relajan cuando la vejiga se contrae.

Síntomas

Dolor

Los síntomas de CI/BPS varían según el paciente, pero el más común es el dolor (casi siempre, con presión). Los pacientes con CI/BPS pueden sentir dolor en la vejiga que aumenta cuando la vejiga se llena. Algunos pacientes pueden sentir dolor en otras zonas además de la vejiga, como por ejemplo la uretra, la parte baja del abdomen, la parte inferior de la espalda o la zona pélvica o perineal (en las mujeres, detrás de la vagina y en los hombres detrás del escroto). Las mujeres pueden experimentar dolor en la vulva o la vagina, y los hombres en el escroto, los testículos o el pene. El dolor puede ser constante o intermitente.

Frecuencia

La CI/BPS comienza algunas veces con el aumento de la frecuencia para orinar. Esto significa que se necesita ir a orinar más veces de lo normal. Una persona promedio orina no más de 7 veces al día. No debe levantarse a la noche más de una vez para ir al baño. Un paciente con CI/BPS tiene que orinar con frecuencia tanto de día como de noche. A medida que la frecuencia aumenta, se convierte en una urgencia.

Urgencia

La urgencia para orinar es un síntoma común de CI/BPS. Algunos pacientes pueden sentir una necesidad que nunca disminuye, incluso después de haber ido al baño. El paciente puede no advertir o identificar esto como un problema. En otros casos, la situación es mucho más compleja, los síntomas son graves y se extienden por días, semanas o meses.

Muchos pacientes con CI/BPS pueden identificar ciertos factores que empeoran los síntomas. Para algunos, ciertos alimentos o bebidas empeoran los síntomas. Muchos pacientes consideran que los síntomas son peores bajo estrés. En las mujeres los síntomas pueden variar con la menstruación. Tanto hombres como mujeres con CI/BPS pueden tener problemas sexuales por esta afección de salud. Las mujeres pueden experimentar dolor al tener sexo porque la vejiga se encuentra justo enfrente de la vagina. Los hombres pueden tener un orgasmo doloroso o experimentar dolor durante el día. No es frecuente que los hombres tengan pérdidas de orina con este trastorno, pero puede ser un síntoma de otra afección.

¿Quién presenta CI/BPS?

Dado que no existe ninguna técnica para diagnosticar CI/BPS, es difícil estimar el número de personas afectadas. La CI/BPS es normalmente 2 o 3 veces más frecuente en hombres que en mujeres y los datos demuestran que el riesgo aumenta con la edad.

Actualmente se calcula que entre 1 y 4 millones de hombres y 3 y 8 millones de mujeres tienen síntomas de CI/BPS. Pero la diferencia entre hombres y mujeres puede no ser tan alta como se piensa, porque algunos hombres son diagnosticados con “prostatitis” (hinchazón de la glándula que produce semen en los hombres) o con trastornos similares con diferentes nombres que pueden ser también CI/BPS. En este momento, no hay pruebas de que el estrés cause CI/BPS en primer lugar. Sin embargo, está comprobado que si la persona padece CI/BPS, el estrés físico o mental puede empeorar los síntomas.

¿Cómo la CI/BPS puede afectar su vida?

La CI/BPS puede afectar su vida social, su actividad física y su sueño y puede causar mucho estrés. Sin tratamiento, los síntomas de CI/BPS pueden generarle dificultades durante el día o incluso impedirle trabajar. La CI/BPS puede afectar su relación con su cónyuge y familia. También puede impedirle dormir bien. Dormir poco puede cansar o hasta deprimir a cualquiera.

Causas

Los expertos no saben exactamente cuáles son las causas de la CI/BPS, pero hay muchas teorías, como por ejemplo:

  • Un defecto en el tejido de la vejiga que permite que las sustancias irritantes en la orina penetren en la vejiga.
  • Un tipo específico de célula inflamatoria, llamada mastocito. Esta célula libera histamina y otros productos químicos que causan síntomas de CI/BPS.
  • Algo en la orina que daña la vejiga.
  • Alteraciones en los nervios que otorgan sensibilidad a la vejiga, por lo que situaciones que no son normalmente dolorosas para otros provocan dolor (como que se llene la vejiga).
  • Ataque del sistema inmune a la vejiga. Esto es similar a lo que sucede con las enfermedades autoinmunes.

No se ha probado que haya conductas específicas que aumenten el riesgo de CI. Tener un familiar con CI/BPS puede aumentar su riesgo de tener CI/BPS. Los pacientes con CI/BPS pueden tener una sustancia en la orina que inhibe el crecimiento de las células en el tejido de la vejiga. Por eso, algunas personas pueden ser más proclives a tener CI/BPS luego de tener un problema en la vejiga, como puede ser una infección.

Diagnóstico

Hasta ahora, no hay pruebas médicas que confirmen que un paciente tiene CI/BPS. Además, tampoco hay pruebas que confirmen que una persona no tiene CI/BPS. Para obtener un diagnóstico, su prestador médico deberá decidir primero si los síntomas son típicos de la CI/BPS. Luego, deberá descartar otras afecciones médicas que puedan estar causando los síntomas. Algunos creen que la CI/BPS se presenta si un paciente tiene síntomas y no se halla otra causa para esos síntomas. Otros consideran que deben realizarse más exámenes para descubrir si los pacientes tienen CI/BPS.

A continuación se enumeran algunas formas de diagnosticar el CI/BPS:

Historial médico

Su prestador médico le hará algunas preguntas sobre:

  • los síntomas que está experimentando;
  • el tiempo que pasó desde que se presentaron los síntomas;
  • cómo los síntomas cambiaron su vida;
  • los últimos problemas médicos;
  • los problemas médicos actuales;
  • los medicamentos con prescripción médica y de venta libre que toma;
  • su dieta y la cantidad y el tipo de líquidos que ingiere durante el día.

Exámenes físicos y neurológicos

Su prestador médico evaluará cómo identificar la causa de sus síntomas. En las mujeres, los médicos suelen palpar el abdomen, los órganos de la pelvis y el recto. En los hombres, los médicos palparán el abdomen, la próstata y el recto. Su prestador médico también puede realizar un estudio neurológico para descartar otros problemas. Los pacientes con CI/BPS pueden tener otro trastorno de salud mental y/o de ansiedad que puede estar vinculado a su afección.

Dolor inicial y pruebas de evacuación

Dado que el síntoma de la CI/BPS es el dolor, su prestador médico puede realizarle estudios y solicitarle que complete una serie de cuestionarios para descubrir cuál es el grado de dolor inicial. El objetivo de esta evaluación es identificar el lugar del dolor, la intensidad y sus características e identificar los factores que empeoran o alivian el dolor o el malestar. Su prestador médico también puede preguntarle con qué frecuencia orina. Una frecuencia muy baja o muy alta de evacuación puede indicarle a su prestador médico la presencia de otras afecciones urológicas aparte de la CI/BPS.

Otras pruebas

Su prestador médico podrá realizar pruebas adicionales para descartar otras afecciones que puedan confundirse con la CI/BPS. Estas pueden ser:

Evaluación urodinámica: Consta de llenar la vejiga con agua a través de una sonda pequeña (tubo que drena el líquido del cuerpo). Esto sirve para medir la presión de la vejiga a medida que la vejiga se llena y se vacía. Los pacientes con CI/BPS, tienen poca capacidad en la vejiga y pueden experimentar dolor.

Cistoscopía: Con una herramienta especial, su médico mirará dentro de su vejiga. Este estudio puede descartar problemas como el cáncer. El médico puede ver a través del cistoscopio si los pacientes con CI/BPS tienen úlceras. Si la persona tiene síntomas de CI/BPS y la cistoscopía demuestra que tiene una úlcera, el diagnóstico puede ser más preciso. La cistoscopía también puede ser realizada en la sala de operaciones. Si con la cistoscopía se descubren cálculos en la vejiga, tumores o úlceras, el médico podrá estudiarlos con la biopsia de vejiga, que se usa para descartar otras enfermedades de la vejiga.

En este momento, no hay una respuesta clara sobre cuál es la manera para diagnosticar la CI/BPS. Sin embargo, si un paciente tiene síntomas típicos y un examen de orina negativo prueba que no hay infecciones o sangre, se asumirá que se trata de CI/BPS.

Tratamiento

Ningún tratamiento en particular funciona para todas las personas con CI/BPS. El tratamiento debe ser elegido para cada paciente de acuerdo con los síntomas. Los pacientes usualmente prueban con distintos tratamientos (o combinaciones de medicamentos) hasta que los síntomas se atenúen. Es importante saber que ninguno de estos tratamientos para la CI/BPD funciona de inmediato. Suelen pasar semanas o meses antes de que los síntomas mejoren. Incluso con un tratamiento exitoso, esta afección puede no curarse. Simplemente entra en remisión. Pero la mayoría de los pacientes pueden aliviar sus síntomas y llevar una vida normal con el tratamiento.

La mayoría de los tratamientos están dirigidos a controlar los síntomas. El tratamiento de CI/BPS suele realizarse en fases con el control constante del dolor y la calidad de vida. Es importante hablar con su prestador médico sobre cómo están funcionando sus tratamientos para que juntos puedan encontrar la mejor opción de tratamiento para usted.

Las siguientes son las distintas fases del tratamiento de CI/BPS:

  • Primera fase: Cambios en el estilo de vida
  • Segunda fase: Medicamentos con prescripción médica
  • Tercera fase: Terapia de neuromodulación, cauterización de úlcera e inyecciones
  • Cuarta fase: Ciclosporina
  • Quinta fase: Cirugía

Primera fase: Cambios en el estilo de vida

Realizar cambios en el estilo de vida, o la también llamada “terapia conductual”, es una de las primeras formas de tratar la CI/BPS. En la terapia conductual, deberá realizar cambios en su estilo de vida diario. Esto puede incluir hacer cambios en la dieta o poner en práctica métodos que lo ayuden a controlar sus síntomas. La mayoría de los pacientes no dejan de experimentar síntomas por cambiar su estilo de vida. Pero muchos tienen menos síntomas con este tipo de tratamiento.

Terapia física manipulativa

Los pacientes con CI/BPS suelen tener sensibilidad y/o dolor en la zona del piso pélvico y algunas terapias físicas manipulativas pueden reducir los síntomas. Hay evidencia que comprueba que los ejercicios de fisioterapia para fortalecer los músculos del piso pélvico no mejoran los síntomas, sino que en algunos casos los empeoraron, por lo que los ejercicios Kegel no son recomendados para pacientes con CI/BPS.

Reducción del estrés

El estrés emocional y mental puede empeorar los síntomas de CI/BPS. Se recomienda a los pacientes que encuentren métodos para lidiar con experiencias dolorosas pasadas, en el trabajo o familiares y que busquen ayuda adicional para encontrar las mejores estrategias para tolerar el dolor.

Restricción de ciertos alimentos y bebidas

La mayoría de las personas (pero no todas) con IC/BPS hallará que ciertos alimentos empeoran sus síntomas. Hay 4 alimentos que irritan la vejiga de los pacientes con más frecuencia:

  • jugos cítricos
  • tomate
  • chocolate
  • café

Otros alimentos que dañan la vejiga de muchos pacientes son:

  • bebidas alcohólicas
  • bebidas con cafeína
  • comidas picantes
  • bebidas carbonatadas
Dieta de eliminación

La lista de alimentos que pueden ser perjudiciales para la CI/BPS es bastante larga, pero no todos los alimentos afectan a los pacientes de la misma manera. Cada paciente debe descubrir cómo afecta cada alimento a su propia vejiga. La manera más simple de hacerlo es con una dieta de eliminación durante 1 o 2 semanas. En una dieta de eliminación, debe dejar de comer todos los alimentos que pueden irritar la vejiga. Las listas de alimentos perjudiciales para la CI/BPS están disponibles en varios sitios (www.ichelp.org o www.ic-network.com).

Si los síntomas de su vejiga mejoran durante la dieta de eliminación, significa que al menos 1 de esos alimentos es irritante para su vejiga. El siguiente paso es descubrir qué alimentos exactamente son problemáticos. Luego de 1 o 2 semanas de hacer la dieta de eliminación, intente comer 1 alimento de la lista. Si este alimento no afecta a su vejiga durante 24 horas, significa que es seguro y puede ser reincorporado a su dieta. Al día siguiente, intente comer otro alimento de la lista y así sucesivamente. De esta manera, irá sumando alimentos a su dieta de a uno por vez y según los síntomas en su vejiga descubrirá si este alimento es problemático para usted. Solo incorpore 1 alimento a su dieta cada día. Si come bananas, frutillas y tomates en el mismo día, los síntomas de CI/BPS pueden empeorar esa misma tarde, pero no sabrá cuál de los 3 alimentos provocó los síntomas.

Segunda fase: Medicamentos con prescripción médica

Cuando los cambios en el estilo de vida no ayudan lo suficiente, su prestador médico le puede sugerir que tome un medicamento con prescripción médica. Puede tomar este medicamento únicamente o combinarlo con la terapia conductual. Los 2 tipos de medicamentos con prescripción médica que se le recomendarán son orales o intravesicales. Hay muchos tipos de medicamentos orales y los efectos secundarios pueden variar entre somnolencia e indigestión. Los medicamentos con prescripción médica intravesicales se colocan directamente en la vejiga con un catéter. Hay dos tratamientos aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) para tratar la CI/BPS:

Polisulfato de pentosán oral

Nadie sabe exactamente cómo funciona este medicamento para la CI. Mucha gente cree que construye y restaura la capa protectora del tejido de la vejiga. Entre otros efectos, también es posible que ayude a disminuir la inflamación. Los efectos secundarios no son comunes, pero pueden incluir la diarrea, las náuseas y la gastralgia. Un porcentaje muy pequeño de personas pueden sufrir pérdida de cabello. El tratamiento con este fármaco suele demorar entre 3 y 6 meses antes de que se adviertan los síntomas de mejora. Es efectivo para aliviar el dolor en aproximadamente 30 de cada 100 pacientes.

Sulfóxido de dimetilo (DMSO)

El otro tratamiento aprobado por la FDA es la colocación del sulfóxido de dimetilo (DMSO) en la vejiga a través de un catéter. Esto se realiza una vez por semana durante 6 semanas. Algunas personas lo siguen usando como terapia de mantenimiento. Nadie sabe exactamente cómo el DMSO ayuda con la cistitis intersticial. Puede bloquear la inflamación, disminuir la sensación de dolor y remover un tipo de toxina llamada “radicales libres” que puede dañar el tejido. Algunos prestadores médicos combinan el DMSO con otros medicamentos como la heparina o los esteroides (para disminuir la inflamación). Ningún estudio ha probado si estas combinaciones funcionan mejor que el sulfóxido de dimetilo solo. El principal efecto secundario es el “olor a ajo” que dura algunas horas después de haber usado el DMSO. Para algunos pacientes, el DMSO puede ser doloroso en la vejiga, pero el dolor suele ser controlado con anestesia local.

Hidroxizina

La hidroxizina es un antihistamínico. Se cree que algunos pacientes con CI/BPS tienen mucha histamina en la vejiga y eso produce dolor y otros síntomas. Un antihistamínico puede ser útil para la CI/BPS. El principal efecto secundario es la somnolencia. Sin embargo, esto puede ser un beneficio porque ayuda a que el paciente duerma mejor por la noche y se levante a orinar con menos frecuencia. El único antihistamínico que ha sido estudiado específicamente para la CI/BPS es la hidroxizina y (hace poco) la cimetidina. Se sabe que otros antihistamínicos también pueden ser útiles para tratar la CI/BPS.

Amitriptilina

La amitriptilina es considerada un antidepresivo, pero tiene muchos efectos para mejorar la CI/BPS. Tiene efectos antihistamínicos, disminuye los espasmos en la vejiga y ralentiza los nervios que transmiten sensaciones de dolor. La amitriptilina es ampliamente usada para otros tipos de dolores crónicos, como el cáncer o las lesiones nerviosas. Los efectos secundarios más comunes son la somnolencia, la constipación y el aumento del apetito.

Heparina

La heparina es similar al polisulfato de pentosán y probablemente ayude a la vejiga con mecanismos similares. La heparina debe ser colocada en la vejiga con un catéter. La dosis usual es entre 10 000 y 20 000 unidades por día o 3 veces por semana. Es raro que haya complicaciones porque la heparina no sale de la vejiga y normalmente no afecta al resto del cuerpo.

Tercera fase: Terapia de neuromodulación, cauterización de úlcera e inyecciones
Terapia de neuromodulación

Si los cambios en el estilo de vida y los medicamentos con prescripción médica no funcionan, o el dolor y los efectos secundarios interfieren con su calidad de vida, es recomendable que realice otras terapias más avanzadas. Seguramente sea derivado con un especialista que trata a los pacientes con CI/BPS, como puede ser un urólogo. Luego de revisar su historial de tratamientos, el especialista podrá sugerir la terapia de neuromodulación. Se llama terapia de neuromodulación a un grupo de tratamientos que envían impulsos eléctricos no dañinos a los nervios para cambiar su modo de trabajo.

Cauterización de úlcera en la vejiga

Si tuviera una úlcera en la vejiga, se puede cauterizar bajo anestesia o con inyecciones de esteroides para que no sienta dolor durante un año o más. Este tratamiento puede ser repetido, si fuera necesario.

Inyecciones

Pueden administrarse inyecciones de Botox® si otros tratamientos no han servido para controlar los síntomas y si no ha mejorado su estilo de vida. Pequeñas dosis de este medicamento pueden paralizar los músculos. Cuando se inyectan en el músculo de la vejiga, ayuda a aliviar el dolor de CI/BPS. Este tratamiento puede disminuir su efecto por lo que será necesario hacer otro tratamiento entre 6 y 9 meses después de la primera inyección. Su prestador médico debe realizarle seguimiento para controlar que no haya complicaciones, como dificultad para orinar.

Cuarta fase: Ciclosporina

Cuando el resto de los tratamientos no hayan sido exitosos, se puede usar la ciclosporina. Deberá hablar con su prestador médico sobre el uso de este fármaco para decidir si los síntomas justifican los riesgos. Como es un inmunosupresor, tiene muchos efectos secundarios, por lo que incluso puede disminuir su capacidad para combatir la enfermedad.

Quinta fase: Cirugía

La cirugía debe ser reservada para los pacientes con casos graves e indiferentes a las terapias que están dispuestos a aceptar los riesgos de los cambios de por vida provocados por la cirugía. La cirugía debe ser una opción para pacientes con capacidad muy limitada en la vejiga o síntomas graves que no han disminuido con otras terapias. La mayoría de los pacientes no requieren de una cirugía si sufren esta afección.

Después del tratamiento

La mayoría de los pacientes deben seguir el tratamiento indefinidamente o cuando los síntomas reaparezcan. En algunos pacientes los síntomas se reavivan incluso durante el tratamiento. En otros pacientes, los síntomas mejoran gradualmente o hasta pueden desaparecer.

Algunos pacientes no responden a la terapia para la CI/BPS. Sin embargo, controlando el dolor, pueden mejorar notablemente su calidad de vida. El control del dolor se puede lograr con medicamentos, acupuntura y otros tratamientos sin fármacos. El control del dolor profesional puede ser útil en muchos casos graves.

Aunque en la mayoría de los pacientes los síntomas mejoran con los tratamientos, los síntomas no desaparecerán por completo en todos los casos. Muchos pacientes siguen teniendo la necesidad de orinar con más frecuencia de lo normal o siguen experimentando algún dolor y/o tienen que evitar determinados alimentos o actividades para que no empeoren los síntomas.

¿Se puede curar la CI/PBS?

Es posible que los síntomas de la CI/BPS vuelvan incluso cuando la enfermedad ha estado en remisión durante mucho tiempo. No se sabe qué causa la recurrencia. Además, no hay una forma garantizada de evitar la recurrencia. Los pacientes podrán hacer lo posible para evitar la reaparición de los síntomas de las siguientes formas:

  • Al extender el tratamiento médico después de la remisión de la enfermedad.
  • Al evitar ciertos alimentos que irritan la vejiga.
  • Al evitar ciertas actividades o situaciones estresantes que pueden empeorar la CI/BPS.

Los alimentos o actividades específicas que empeoran la CI/BPS son diferentes en cada paciente, por eso cada persona tiene sus propias estrategias.


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