Urology Health - Cálculos en los riñones
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Cálculos en los riñones

La orina contiene disueltos muchos minerales y sales. Cuando la orina tiene altos niveles de estos minerales o sales, se pueden formar cálculos. Los cálculos en los riñones pueden ser pequeños al principio y luego aumentar de tamaño e incluso alojarse en los espacios huecos del riñón. Algunos cálculos se quedan en los riñones y no causan problemas. Pero a veces, el cálculo en el riñón puede descender por el uréter (el tubo que comunica el riñón y la vejiga). Si el cálculo llega a la vejiga, puede ser eliminado a través de la orina. Si el cálculo se aloja en el uréter, bloqueará el flujo de orina del riñón y causará dolor.

Los riñones y el sistema urinario

Los riñones son órganos del tamaño de un puño que administran los líquidos del cuerpo y los niveles químicos. La mayoría de la gente tiene dos riñones, uno de cada lado de la columna vertebral, detrás del hígado, el estómago, el páncreas y los intestinos. Los riñones sanos limpian los desechos de la sangre y los eliminan en la orina. Controlan los niveles de sodio, potasio y calcio en la sangre.

Los riñones, uréteres y la vejiga son parte del tracto urinario. El tracto urinario fabrica, transporta y almacena orina en el cuerpo. Los riñones producen orina a partir del agua y los desechos del cuerpo. La orina viaja por los uréteres hasta la vejiga, donde se almacena. La orina abandona su cuerpo a través de la uretra.

Los cálculos en los riñones se forman en el riñón. Algunos cálculos pasan de los riñones al uréter. Los uréteres son tubos que van desde los riñones a la vejiga. Si un cálculo sale del riñón y queda atrapado en el uréter, se le llama un cálculo ureteral.

¿De qué están compuestos los cálculos en los riñones?

Los cálculos en los riñones son de distintos tipos y tamaños. Cómo tratarlos y cómo evitar que se formen nuevos dependerá del tipo de cálculo que tenga.

Cálculos de calcio (80 % de los cálculos)

Los cálculos de calcio son el tipo de cálculo más común en los riñones. Hay dos tipos de cálculos de calcio: fosfato de calcio y oxalato de calcio. Los cálculos de oxalato de calcio son el tipo de cálculo más común en los riñones. Algunas personas tienen mucho calcio en su orina, lo que eleva el riesgo de tener cálculos de calcio. Incluso cuando tenga cantidades normales de calcio en la orina, los cálculos de calcio pueden formarse por otras razones.

Cálculos de ácido úrico (del 5 al 10 % de los cálculos)

El ácido úrico es un producto de desecho que se produce por los cambios químicos en el organismo. Los cristales de ácido úrico no se disuelven bien en la orina ácida y, en su lugar, forman un cálculo de ácido úrico. Tener orina ácida puede deberse a:

  • Sobrepeso
  • Diarrea crónica
  • Diabetes tipo 2 (alta azúcar en sangre)
  • Gota
  • Una dieta alta en proteína animal y baja en frutas y verduras

Cálculos de estruvita/con infección (10 % de los cálculos)

Los cálculos de estruvita no son un tipo de cálculo común en los riñones. Estos cálculos están relacionados con las infecciones crónicas del tracto urinario (UTI). Algunas bacterias hacen que la orina sea menos ácida y más básica o alcalina. Los cálculos de fosfato de amonio y magnesio (estruvita) se forman en la orina alcalina. Estos cálculos suelen ser grandes, ramificados y de rápido crecimiento.

Las personas con infecciones crónicas del tracto urinario, como aquellas con sondas colocadas en sus riñones o la vejiga durante periodos de tiempo prolongados, o las personas con mala capacidad de vaciamiento vesical debido a trastornos neurológicos (parálisis, esclerosis múltiple y espina bífida) tienen el mayor riesgo de desarrollar estos cálculos.

Cálculos de cistina (menos del 1 % de los cálculos)

La cistina es un aminoácido presente en ciertos alimentos; es uno de los elementos esenciales de la proteína. La cistinuria (mucha cistina en orina) es una afección poco frecuente hereditaria del metabolismo. Tiene lugar cuando los riñones no reabsorben la cistina de la orina. Cuando hay gran cantidad de cistina en la orina, se forman cálculos. Los cálculos de cistina a menudo comienzan a formarse durante la niñez.

Síntomas

Los síntomas más comunes de los cálculos en los riñones son dolores agudos y punzantes en la espalda y el costado. Esta sensación suele trasladarse a la parte baja del abdomen o a la ingle. El dolor suele comenzar de forma repentina y repetirse en oleadas. Puede aparecer o desaparecer a medida que el cuerpo intenta deshacerse del cálculo.

Entre otros signos de cálculos en los riñones, se incluyen los siguientes:

  • Una sensación de intensa necesidad de orinar.
  • La necesidad de orinar con más frecuencia, o una sensación de ardor al orinar.
  • Orina oscura o roja, debido a la sangre. A veces, la orina solo tiene pequeñas cantidades de glóbulos rojos que no se pueden ver a simple vista.
  • Náuseas y vómitos.
  • En el caso de los hombres, pueden sentir dolor en la punta del pene.

Causas

Bajo volumen de orina

Uno de los principales factores de riesgo para los cálculos en los riñones es tener poca cantidad de volumen de orina durante un tiempo prolongado. Un volumen de orina bajo puede ser resultado de la deshidratación (pérdida de fluidos corporales) por trabajar o ejercitarse en exceso, vivir en lugares de mucho calor o no beber suficiente líquido. Cuando el volumen de orina es bajo, la orina se concentra y su color se vuelve oscuro. La orina concentrada significa que hay menos líquido para disolver las sales. Aumentar la ingesta de líquidos hará que las sales se disuelvan en su orina. Al hacer esto, podrá reducir el riesgo de formación de cálculos.

Los adultos que forman cálculos deben beber líquidos como para poder producir 2 litros y medio (⅔ de galón) de orina por día. Esto equivale a beber aproximadamente 3 litros (100 onzas) de líquido por día. Aunque el mejor líquido para beber es el agua, lo más importante en estos casos es producir el líquido suficiente.

Dieta

La dieta también puede afectar las posibilidades de formar cálculos. Una de las causas más comunes de cálculos en los riñones es el alto nivel de calcio en la orina. Tener altos niveles de calcio en la orina puede deberse a la forma del cuerpo de lidiar con el calcio. No siempre se debe a que ingiera mucho calcio. Es probable que disminuir la cantidad de calcio en su dieta no detenga la formación de cálculos. Los estudios han demostrado que restringir el calcio en la dieta puede ser malo para la salud de los huesos y puede aumentar el riesgo de formación de cálculos en los riñones. Los prestadores médicos no suelen sugerirles a los pacientes que limiten la ingesta de calcio para disminuir el calcio en la orina. Pero la ingesta de calcio no debe ser muy alta.

En lugar de disminuir la cantidad de calcio que ingiere, su prestador médico intentará reducir el nivel de calcio en orina con menor consumo de sodio (sal). Ingerir demasiada sal en la dieta es factor de riesgo para la formación de cálculos de calcio. Como hay demasiada presencia de sal en la orina, el calcio no puede ser reabsorbido desde la orina y pasar a la sangre. Reducir la sal en la dieta disminuye el calcio en la orina y hace que sea menos probable que se formen cálculos de calcio.

Dado que el oxalato es un componente del tipo más común de cálculo en los riñones (oxalato de calcio), comer alimentos ricos en oxalato puede aumentar el riesgo de formación de estos cálculos.

Una dieta alta en proteína animal, como la carne, el pescado, el pollo y el cerdo, puede aumentar los niveles de ácido en el cuerpo y en la orina. Tener altos niveles de ácido facilita la formación de cálculos de ácido úrico y oxalato de calcio. La descomposición de la carne en ácido úrico también aumenta las posibilidades de que se formen tanto cálculos de calcio como de ácido úrico.

Afecciones de los intestinos

Ciertas afecciones de los intestinos que causan diarrea (como la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa) o algunas cirugías (como el bypass gástrico) pueden aumentar el riesgo de formación de cálculos en los riñones de oxalato de calcio. La diarrea puede causar la pérdida de grandes cantidades de líquido en el cuerpo, lo que disminuye el volumen de orina. Su cuerpo podrá absorber también el oxalato excesivo del intestino, lo que generará más oxalato en su orina. Tanto el bajo volumen de orina como el alto nivel de oxalato en la orina pueden provocar la formación de cálculos de oxalato de calcio en los riñones.

Obesidad

La obesidad es un factor de riesgo para la formación de riesgos. La obesidad puede cambiar los niveles de ácido en la orina, lo que contribuye a la formación de cálculos.

Afecciones médicas

Algunas afecciones médicas aumentan las posibilidades de que el paciente genere cálculos en los riñones. El crecimiento anormal de una o más glándulas paratiroides, que controlan el metabolismo del calcio, puede causar altos niveles de calcio en sangre y orina. Esto puede provocar cálculos en los riñones. Otra afección llamada acidosis tubular renal distal, que genera acumulación de ácido en el cuerpo, puede aumentar el riesgo de producir cálculos en los riñones de fosfato de calcio.

Algunas afecciones hereditarias y poco frecuentes pueden producir cálculos más comunes. Por ejemplo, la cistinuria, que es exceso de cistina de aminoácido en la orina, o la hiperocaluria primaria, en la que el hígado produce mucho oxalato.

Medicación

Algunos medicamentos y suplementos de calcio y vitamina C pueden aumentar el riesgo de formación de cálculos. Asegúrese de informarle a su prestador médico todos los medicamentos y suplementos que toma ya que pueden aumentar el riesgo de formación de cálculos. No deje de tomar alguno de estos medicamentos a menos que su prestador médico se lo indique.

Antecedentes familiares

Las posibilidades de tener cálculos en los riñones son mucho mayores si algún padre o hermano ha tenido antes cálculos.

Diagnóstico

Los cálculos en los riñones “silenciosos” son los que no causan síntomas y se identifican con exámenes de rayos X. Otras personas son diagnosticadas con cálculos cuando experimentan un dolor repentino, producto del movimiento del cálculo, y necesitan atención médica.

Cuando una persona tiene sangre en la orina (hematuria) o un dolor lateral abdominal repentino, debe realizarse estudios como un ultrasonido o una tomografía computada. Estos estudios de imágenes le indicarán al prestador médico qué tan grande es el cálculo y dónde está localizada.

En emergencias, suele realizarse una tomografía computada cuando se sospecha que pueda haber un cálculo. Se utiliza porque permite hacer un diagnóstico rápido y preciso.

Tratamiento

El tratamiento depende del tipo de cálculo, de su gravedad y de la cantidad de tiempo que haya pasado con síntomas. Hay distintos tratamientos para elegir. Es importante hablar con su prestador médico sobre cuál es la mejor opción para usted.

Autoexpulsión

En muchos casos, simplemente puede esperar a que el cálculo se expulse por sí solo. Los cálculos más pequeños tienen más probabilidades de pasar por sí solos que las grandes.

Esperar entre cuatro y seis semanas para que el cálculo se expulse es seguro siempre que el dolor sea tolerable, no haya signos de infección, el riñón no esté completamente bloqueado y el cálculo sea lo suficientemente pequeño como para ser expulsado. Mientras espera que el cálculo sea expulsado, debe ingerir cantidades normales de agua. Podrá necesitar medicación para aliviar el dolor.

Medicación

Se ha demostrado que algunos medicamentos pueden aumentar las chances de expulsar el cálculo. El medicamento más usado para esto es la tamsulosina. La tamsulosina (Flomax) relaja el uréter y facilita el paso del cálculo. También puede necesitar algún calmante o antiemético hasta que el cálculo sea expulsado.

Cirugía

Puede ser necesario remover el cálculo del uréter o el riñón si:

  • El cálculo no ha sido expulsado.
  • El dolor es demasiado intenso como para esperar.
  • El cálculo está afectando la función renal. Los cálculos pequeños pueden dejarse si no causan mucho dolor o una infección. Algunas personas prefieren extraerlos. Lo prefieren porque tienen miedo de que el cálculo comience a ser autoexpulsado y esto les provoque dolor.
  • Los cálculos en los riñones pueden ser removidos con cirugía si provocan infecciones urinarias o si están bloqueando el flujo de la orina desde el riñón. Hoy en día, la cirugía no es dolorosa, es rápida y requiere de una incisión muy mínima o, a veces, de ninguna.

Las cirugías para remover los cálculos en los riñones o uréteres son:

Litotricia por ondas de choque (SWL)

La litotricia por ondas de choque es utilizada para tratar los cálculos en el riñón o el uréter. Las ondas de choque son dirigidas a los cálculos con rayos X o ultrasonido. El envío de ondas de choque al cálculo, por lo general, provoca que este se fragmente en porciones más pequeñas. Estas porciones pequeñas se eliminan por orina en unas semanas.

Dado que las ondas de choque pueden provocar cierto malestar y es necesario controlar la respiración durante el procedimiento, se utiliza algún tipo de anestesia. La SWL no funciona bien con los cálculos muy grandes o duros, como los de cistina, algunos tipos de oxalato de calcio y las de fosfato de calcio.

Con la SWL podrá irse a su casa el mismo día que le realizan el procedimiento. Podrá volver a sus actividades normales en dos o tres días. También podrán darle un colador para recolectar los cálculos cuando sean expulsados. Estos fragmentos serán enviados al laboratorio para que ser analizados.

Aunque la SWL se utiliza mucho y se considera muy segura, puede provocar efectos secundarios. Podrá tener sangre en la orina algunos días después del tratamiento. La mayoría de los cálculos son expulsados sin dolor. Pero los más grandes, al trabarse en el uréter y provocar dolor en el paciente, requieren de otros procedimientos de extracción.

Ureteroscopía (URS)

La ureteroscopía es utilizada para tratar los cálculos en el riñón o el uréter. En la URS se pasa un telescopio muy pequeño, llamado ureteroscopio, por la vejiga y el uréter hasta el riñón. Para los cálculos en la parte inferior del uréter cerca de la vejiga se utilizan telescopios rígidos. Para los cálculos en la parte superior del uréter y el riñón se utilizan telescopios flexibles.

El ureteroscopio permite al urólogo visualizar el cálculo sin hacer una incisión (corte). La anestesia general no le hará sentir dolor durante el procedimiento de la URS. Una vez que el urólogo visualice el cálculo con el ureteroscopio, un dispositivo pequeño con forma de canastilla captura los cálculos más pequeños y los remueve. Si un cálculo es demasiado grande como para extraerlo de forma íntegra, puede ser fragmentado en piezas más pequeñas con un láser y otras herramientas para fragmentar cálculos.

Una vez que el cálculo ha sido removido en su totalidad o en fragmentos más pequeños, el prestador médico colocará un stent (sonda) temporal en el uréter. Un stent es un pequeño tubo de plástico que ayuda a mantener abierto el uréter para que la orina pueda drenar por el riñón hacia la vejiga. A diferencia del tubo o catéter de drenaje de nefrolitotomía percutánea, esta sonda está completamente dentro del cuerpo y no requiere de una bolsa externa para recolectar orina.

Podrá volver a su casa el mismo día de la intervención y podrá retomar sus actividades normales en dos o tres días. Si su urólogo le coloca un stent, lo removerá entre cuatro y diez días después. Algunas veces se deja una cuerda en uno de los extremos para que pueda remover el stent por su cuenta. Es muy importante que el stent sea removido cuando su prestador médico se lo indique. Dejar el stent por largos periodos de tiempo puede provocar infecciones o la pérdida de la función renal.

Nefrolitotomía percutánea (PCNL)

La nefrolitotomía percutánea es el mejor tratamiento para los cálculos en los riñones. Se necesita anestesia general para realizar la PCNL. Para la PCNL debe realizarse una incisión (corte) de media pulgada (1,25 cm) en la parte trasera o lateral que sea lo suficientemente grande como para que pase un telescopio rígido (nefroscopio) por el centro ahuecado del riñón donde se aloja el cálculo.

Un instrumento quirúrgico debe pasar por el nefroscopio para romper el cálculo y succionar los fragmentos. La posibilidad de succionar los cálculos hace que la PCNL sea la mejor opción para tratar los cálculos grandes.

Luego de la PCNL, se deja un tubo en el riñón para que drene la orina en una bolsa fuera del cuerpo. Esto permitirá el drenaje de la orina y evitará cualquier sangrado. El tubo se usará esa misma noche y algunos días más. Es posible que deba permanecer en el hospital durante la noche después de esta operación.

Su urólogo podrá estudiarlo con rayos X mientras está en el hospital para verificar si queda algún cálculo. Si quedara algún fragmento, su urólogo deberá volver a revisar el riñón con el telescopio para removerlo. Podrá retomar sus actividades normales después de una o dos semanas.

Otras cirugías

Normalmente no se realizan otras cirugías para remover cálculos. Se recurrirá a la cirugía abierta laparoscópica o robótica si todos los otros procedimientos menos invasivos no funcionaran.

Por qué tengo cálculos

Parte de la prevención de la formación de cálculos es determinar por qué los forma. Su prestador médico podrá realizar estudios para determinar cuál es la causa de sus cálculos. Luego de descubrir por qué tiene cálculos, su prestador médico le dará consejos para evitar que vuelvan a formarse.

Algunas de las pruebas que pueden realizarse se enumeran a continuación.

Historial médico y alimenticio

Su prestador médico le hará preguntas sobre su historial médico y familiar. Le podrá preguntar:

  • ¿Ha tenido más de un cálculo antes?
  • ¿Alguien en su familia tuvo cálculos?
  • ¿Tiene alguna afección médica que aumente sus probabilidades de tener cálculos, como diarrea frecuente, gota o diabetes?

Conocer sus hábitos alimenticios es importante. Usted puede estar ingiriendo alimentos que se sabe que aumentan el riesgo de desarrollar cálculos. También es posible que esté ingiriendo pocos alimentos que lo protejan de la formación de cálculos o que no esté bebiendo suficiente líquido.

Comprender su historial médico, familiar o alimenticio ayuda a que su prestador médico descubra qué tan probable es que usted forme cálculos.

Pruebas de orina y sangre

Luego de conocer su historial y realizar estudios físicos, su prestador médico podrá tomar muestras de sangre y orina para estudiarlas. Los exámenes de sangre pueden ayudar a descubrir si lo que produce los cálculos es un problema médico. Su orina puede ser estudiada para ver si tiene alguna infección o cristales en las vías urinarias que son típicas de distintos tipos de cálculos. Si está expuesto a riesgo de formación de cálculos en un futuro, puede tomarse una muestra de orina de 24 horas. Esta prueba revelará los niveles de las distintas sustancias que pueden formar cálculos presentes en la orina. Los resultados de esta prueba pueden ayudar a su prestador médico a recomendarle dietas o medicamentos específicos que eviten la formación de cálculos en el futuro.

Estudios de imágenes

Cuando comience a atenderse con un prestador médico y sepa que ha tenido cálculos antes, le podrá solicitar los estudios de rayos X recientes o le solicitará uno nuevo. Esto es para saber si hay cálculos en las vías urinarias. Los estudios de imágenes pueden repetirse en el tiempo para controlar el crecimiento de cálculos. También necesitará este estudio si está experimentando dolor, hematuria (sangre en la orina) o infecciones recurrentes.

Análisis de cálculos

Si tuviera o le han extraído un cálculo, su prestador médico deberá realizarle un análisis. Al analizar el cálculo se podrá determinar qué tipo de cálculo es. Esta información ayudará a su prestador médico a decidir la mejor manera de evitar cálculos en un futuro.

Prevención para casos futuros

Una vez que su médico descubra por qué se forman cálculos, le dará algunos consejos para evitar la formación a futuro. Esto puede incluir cambiar la dieta y tomar ciertos medicamentos. No hay una dieta “universal” que sirva para evitar la formación de cálculos en todas las personas. Todos los organismos son diferentes. Puede que no sea su dieta lo que cause la formación de cálculos. Pero se pueden hacer cambios en la dieta para evitar que los cálculos se sigan formando.

Cambios en la dieta

Beba suficiente cantidad de líquido por día.

Si no está produciendo suficiente orina, su prestador médico le podrá recomendar beber al menos tres litros de líquido por día. Esto equivale a tres cuartos (aproximadamente diez vasos de 10 onzas). Este es un muy buen método para disminuir el riesgo de formación de nuevos cálculos. Recuerde que deberá beber más para reemplazar los líquidos perdidos al sudar por hacer ejercicios o vivir en climas cálidos. Todas las bebidas cuentan para la ingesta de líquidos. Lo mejor, sin embargo, es consumir bebidas sin o con pocas calorías. Esto implica limitar la ingesta de bebidas endulzadas con azúcar o bebidas alcohólicas.

Saber cuánto bebe durante el día es útil para comprender cuánto tiene que beber para producir 2,5 litros de orina. Utilice un recipiente medidor para saber cuánto líquido ha ingerido en el día. Beba de botellas o latas que especifican cuántos litros u onzas contienen. Lleve un diario y sume lo que bebió en un periodo de 24 horas. Use este total para confirmar que haya llegado al objetivo de al menos 85 onzas (2,5 litros) de orina diaria.

Los prestadores médicos recomiendan que las personas que forman cálculos de cistina beban más líquidos que las que forman cálculos de otro tipo. Normalmente, se aconseja que beban 4 litros para reducir los niveles de cistina en la orina.

Reduzca la cantidad de sal en su dieta.

Este consejo es para las personas con alta ingesta de sodio y calcio o cistina en orina. El sodio puede causar que el calcio o la cistina en orina sean muy altas. Su prestador médico le recomendará que evite ingerir alimentos con mucha sal. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y otros grupos de salud aconsejan no consumir más de 2300 mg de sal al día. Los siguientes alimentos tienen mucha sal y deben ser ingeridos con moderación:

  • Queso (todos los tipos)
  • La mayoría de los alimentos y carnes congeladas, incluidas carnes curadas con sal, fiambres, perros calientes, salchichas alemanas y de otro tipo
  • Sopas y vegetales envasados
  • Panes, roscas de pan (bagels), rolls y productos horneados
  • Bocadillos salados como papas fritas o pretzels
  • Aderezos de ensalada embotellados o ciertos cereales de desayuno
  • Pepinillos y aceitunas
  • Guisados, otros alimentos “mixtos”, pizzas y lasañas
  • Salsas embotelladas o enlatadas
  • Ciertos condimentos, sal de mesa o mezclas de especias

Consuma la cantidad recomendada de calcio.

Si tomara un suplemento de calcio, asegúrese de no tener demasiado calcio. Por otro lado, asegúrese de no tener poco calcio. Hable con su prestador médico o nutricionista para saber qué suplementos debe tomar. Las mejores fuentes de calcio son las bajas en sodio. Incorporar alimentos o bebidas ricas en calcio a su dieta diaria es un buen hábito. Hay muchas fuentes de calcio no lácteas, como las leches fortificadas en calcio no lácteas. Estas son buenas opciones, especialmente si no consume lácteos.

Por lo general podrá tener buenos niveles de calcio sin necesidad de tomar suplementos con tres o cuatro porciones de alimentos ricos en calcio. Muchos alimentos o bebidas tienen calcio. Algunos alimentos o bebidas pueden ser fáciles de incluir en una dieta diaria, como por ejemplo:

Ingiera frutas y verduras en abundancia.

Ingerir al menos cinco porciones de frutas y verduras a diario es recomendable para todas las personas que forman cálculos en los riñones. Ingerir frutas y verduras aporta potasio, fibras, magnesio, antioxidantes, fitato y citrato, que ayudan a evitar la formación de cálculos.

Una porción es una pieza de fruta o una papa o una taza de verduras crudas. Para las verduras cocidas, una porción es equivalente a ½ taza. Si le preocupa no estar comiendo suficiente cantidad de frutas y verduras, hable con su prestador médico sobre lo que es mejor para usted.

Ingiera alimentos con bajo nivel de oxalato.

Esta recomendación es para pacientes con altos niveles de oxalato. Incluir alimentos ricos en calcio (ver tabla a continuación) en las comidas puede controlar el nivel de oxalato en la orina. El oxalato en la orina está controlado porque ingerir calcio disminuye el nivel de oxalato en su cuerpo. Pero si hacerlo no es útil para controlar el oxalato en la orina, tendrá que ingerir menos alimentos altos en oxalato. Casi todos los alimentos cultivados tienen oxalato, pero solo algunos contienen altas cantidades. Algunos de estos son la espinaca, el ruibarbo o las almendras. Normalmente no es necesario dejar de comer alimentos que contengan oxalato. Esto debe ser estudiado caso por caso y depende del motivo por el que los niveles de oxalato aumentaron en primer lugar.

Ingiera menos carne.

Si está formando cálculos de cistina o calcio y tiene alto ácido úrico, su prestador médico podrá pedirle que ingiera menos proteína animal.

Si su prestador médico considera que su dieta puede aumentar las probabilidades de formar cálculos, le pedirá que ingiera menos carne roja, pescado, pollo, mariscos, cerdo, cordero, carnero y carne de caza. Esto significa consumir estos alimentos una en lugar de dos o tres veces por día, menos días durante la semana o en porciones más pequeñas. La cantidad que debe limitarse dependerá de cuánto ingiera ahora y cuánto afecta su dieta a los niveles de ácido úrico.

Medicación

Cambiar su dieta y aumentar la ingesta de líquidos no será suficiente para evitar la formación de cálculos. Su prestador médico puede ofrecerle medicamentos que contribuyan con esto. El tipo de cálculo y las anormalidades urinarias que tenga pueden ayudar a su prestador médico a decidir si necesita medicamentos y cuáles son los mejores. Los medicamentos más comunes son:

Diuréticos tiazídicos:

son para pacientes que tienen cálculos de calcio y altos niveles de calcio en la orina. Los tiazídicos disminuyen el calcio en la orina al ayudar al riñón a absorber calcio de la orina y devolverlo al torrente sanguíneo. Al tomar tiazídicos, deberá limitar la cantidad de sal ingerida, dado que esos medicamentos funcionan mejor con bajo sodio en orina.

Citrato de potasio:

para los pacientes con cálculos de calcio y bajo citrato urinario y para pacientes con ácido úrico y cálculos de cistina. El citrato de potasio hace que la orina sea menos ácida o más alcalina (básica). Esto ayuda a evitar la formación de cálculos de cistina y ácido úrico. También aumenta el nivel de citrato en la orina y ayuda a evitar los cálculos de calcio.

Alopurinol:

normalmente se receta para la gota, que es consecuencia del alto ácido úrico en sangre. El alopurinol no solo disminuye el nivel de ácido úrico en sangre sino también en la orina, por lo que puede ser prescrito para evitar la formación de cálculos de calcio y ácido úrico.

Ácido acetohidroxámico (AHA):

es para pacientes que producen cálculos por infecciones o estruvita. Estos cálculos están relacionados con las infecciones crónicas del tracto urinario (IVU). El AHA hace que la orina no sea propensa para la formación de cálculos de estruvita. La mejor manera para evitar los cálculos de estruvita es impidiendo las infecciones crónicas del tracto urinario causadas por distintos tipos de bacterias y removiendo los cálculos con cirugía.

Fármacos de tiol ligador de cistina:

son utilizados para pacientes que forman cálculos de cistina. Estos medicamentos (d-penicilamina o troponina) se unen a la cistina en la orina y forman un compuesto que tiene menos posibilidades de cristalizarse en la orina, como la cistina. Este fármaco es utilizado cuando otras medidas no son útiles, como el aumento de la ingesta de líquidos, la reducción del consumo de sal o el uso del citrato de potasio.

Suplementos vitamínicos:

deben ser utilizados con cuidado porque en algunos casos pueden aumentar el riesgo de formación de cálculos en los riñones. Su prestador médico y nutricionista podrán informarlo sobre los suplementos vitamínicos recomendables.

Preguntas frecuentes

¿Qué es el cálculo Staghorn?

Como los cuernos de un ciervo (venado), estos cálculos obtienen su nombre de la forma que toman al crecer para rellenar el interior del riñón. Los cálculos de Staghorn suelen formarse por la recurrencia de infecciones del tracto urinario con ciertos tipos de bacterias. Aunque pueden tener un gran tamaño, quizás no note su presencia porque casi no causan dolor. Un cálculo de Staghorn puede provocar el mal funcionamiento del riñón, incluso sin bloquear el pasaje de la orina. Casi siempre, los cálculos de Staghorn son de estravita o causados por infecciones.

¿Mis hijos tendrán cálculos en los riñones porque yo los tengo?

Los cálculos en los riñones son más comunes en las personas que tienen un familiar con este antecedente. Algunas afecciones que provocan la formación de cálculos pueden ser hereditarias. Pero otras veces, los cálculos en los riñones se forman en familias porque comparten un mismo estilo de vida o de alimentación.

¿Los cálculos pueden dañar mis riñones?

Sí, pero es muy poco frecuente. Los cálculos en los riñones pueden causar daño si provocan infecciones constantes o graves o bloquean al riñón durante un largo periodo de tiempo. Algunos cálculos, de no ser tratados, pueden provocar que el riñón deje de funcionar.

¿Por qué es importante que realice un seguimiento de mis cálculos en los riñones con mi prestador médico?

Durante el tratamiento, su prestador médico puede pedirle una muestra de orina de 24 horas y análisis de sangre para ver si los resultados de orina han mejorado. Su prestador médico también podrá controlar que los medicamentos no estén provocando efectos secundarios.

Si forma cálculos con frecuencia, deberá controlar con estudios de orina y rayos X que no se hayan formado nuevos cálculos. Su prestador médico controlará que los medicamentos y la dieta estén funcionando.

¿Cómo me ocupo de los cálculos en los riñones y de mis otros problemas médicos, como la diabetes y/o las afecciones cardíacas?

Las recomendaciones de cambios en la dieta por afecciones médicas contribuyen a evitar los cálculos. Una dieta saludable con mucha fruta y verdura fresca y menos proteína animal y sal puede evitar la aparición de cálculos y otras afecciones. Podrá obtener más información de su prestador médico o nutricionista. Tener un peso normal puede ayudar a evitar la diabetes y los cálculos.

Mi cálculo no ha sido expulsado. ¿Necesito cirugía?

Si un cálculo en el uréter no es expulsado por un tiempo razonable o causa dolor o infecciones, necesitará cirugía para extraerla.

¿Qué sucede si sigo desarrollando cálculos?

Podrá tener otro cálculo incluso cuando se haya sometido a una cirugía, cambiado la dieta o tomado medicamentos. Sin embargo, con el tratamiento médico y la dieta correcta, puede tener menos probabilidades de tener cálculos de manera recurrente.


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